Negligencia del alumno en casa

Y, a veces, de más miembros de su familia

Tanto el trabajo como el estudio en casa son cosas que ya existían desde antes de esta pandemia; su uso solamente se ha hecho mucho más común con la situación actual. La gente que trabaja en casa lo hace a veces hasta con gusto, pero, ¿qué pasa con el sector educativo? Los docentes tienen una carga enorme de trabajo con el programa Aprendo en Casa, algo que no muchos saben, pero, ¿y los estudiantes? ¿Es nuestra carga grande en exceso? ¿Cómo la manejamos? ¿Hasta qué punto nos sigue en la vida cotidiana y cómo se relaciona con esto nuestra familia?

Lo que yo creo es que nuestra carga es menor o igual a la que se nos pone en las clases presenciales y que aun así muchas veces no la cumplimos como debemos (o al menos, no siempre). Creo que, aunque la mayoría de estudiantes cumpla con sus deberes, no se puede ignorar al sector que a duras penas lo hace (o, directamente, no lo hace). Un gran número de estudiantes incumple sus responsabilidades sin excusas, y esto es altamente perjudicial para la sociedad.

Se incumple por desidia

O flojera, si se le quiere llamar así: no son pocos los estudiantes que no llevan a cabo sus actividades por simplemente no tener ganas de hacerlo; muchos son los que no cumplen con ellas porque "están en su casa para relajarse". Esto suele empezar como algo esporádico, que no se da más que "una vez a la semana", pero que luego se empieza a hacer más común. Puede llegar el punto en el que se incumple con la excusa de que los trabajos "serán mandados luego" (y los trabajos nunca llegan). El error de la desidia es extremadamente común, tanto entre los estudiantes con medios como entre los que no los tienen.

Se incumple por distracción y desgano

Otra práctica muy común por parte de algunos estudiantes es distraerse con todo lo que tienen en casa (computadora y celular son los más usados para esto), descuidando horarios de sueño además de los de estudio. Esto puede parecer algo que sólo afectaría a la población con medios, pero lo cierto es que un alumno sin ganas de estudiar puede fácilmente distraerse con cualquier cosa: esto les pasa incluso a alumnos sin muchos medios necesarios para estudiar, porque además de faltarles los medios, les falta la voluntad.

Se deja incumplir

A veces los errores no son sólo nuestros, sino también de nuestros padres y familiares. Los míos son profesores y he sido testigo de cómo muchos de los padres de sus alumnos no se preocupan por la educación de sus hijos (porque los recursos sí los tienen) y dejan que incumplan con sus tareas y responsabilidades. Esto genera en los estudiantes una imagen de que “no hay problema” que en cierta manera hasta los incita a no cumplir con sus deberes.

Por supuesto, no todo son errores: hay muchas ocasiones en las que el estudiante no cumple como debe por la carga que se le impone, que, si bien describí al principio como inferior a la de las clases presenciales, puede ser mayor dependiendo del colegio y, acumulada a las cargas del hogar, puede ser agobiante. Para este tipo de alumnos, considero apropiada la comprensión y la ayuda por parte de familia y colegio, ya sea esto a través de palabras de ánimo o el escucha de sus dudas y dificultades. Dedicarse de tal manera a los estudiantes puede ser agotador, pero creo que es algo que se merecen si de verdad desean cumplir con su deber.

Manuel Enrique Benito Perales

San Luis Gonzaga de Ica, 5° “A”

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Robert Evans (2002)